viernes, 8 de marzo de 2013

REVOLUCIÓN DE COLOR MORADO



Un año más llega el 8 de marzo. Se discute mucho el hecho de que haya “El día de …” pero probablemente sea necesario todavía. Por lo menos un día al año, quizá algunas miradas se posen en las imágenes de mujeres maltratadas, quizá en algunos oídos resuene la palabra respeto. Puede que algunos olfatos perciban aires de justicia social y en algunos paladares se caten los sabores agridulces de la duda por lo que una misma aporta en esta lucha.

A través de estos sentidos, en alguna zona de los cerebros se activa entonces una sutil revolución de tintes morados. Una revolución que, como si se tratara de la limpieza general de primavera, revisa ideas cómodamente instaladas y las lleva a una zona de inconfort en la que se cuestiona su vigencia y oportunidad.

En este incómodo limbo, las ideas sufren pequeñas y constantes crisis que solo se resolverán avanzando. Algunos cerebros buscarán para sus ideas el camino de vuelta al hogar pero no será posible. No se puede andar hacia atrás en el tiempo, las ideas nunca volverán a ser las de antes. Cuando menos, estarán contaminadas por esa exposición al componente lila. En el mejor de los casos, se producirá una importante transformación que llevará a su vez a la recolocación y evolución de ideas vecinas.

Este año la campaña de Emakunde aboga por el valor Social de la Igualdad y la vincula a conceptos tales como el Respeto, el Conocimiento, el Bienestar y la Democracia. IGUAL ES MÁS.

Hay muchas y diversas formas de contribuir al logro de este reto global.
Desde esta reflexión, podría hablar de la responsabilidad que tenemos las Organizaciones de integrar en nuestra cultura las claves de la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres, como un filtro transversal por el que pasen todas las políticas de gestión.

O podría insistir en la oportunidad que nos brinda la vida en pareja o en familia para trabajar valores como la corresponsabilidad.

Mi pincelada rosa para este El día Internacional de la Mujer va a ser la reproducción de la letra de una canción de Rubén Blades que precisamente iba escuchando en el coche mientras pensaba cómo escribir este artículo. Se titula VIDA y creo que Rubén Blades podría estar de acuerdo con el lema de Emakunde de este año.

Nadie escoge a su familia o a su raza cuando nace;
ni el ser rico, pobre, bueno, malo, valiente o cobarde.
Nacemos de una decisión donde no fuimos consultados.
y nadie puede prometernos, resultados.

Cuando nacemos no sabemos, ni siquiera nuestro nombre
ni cual será nuestro sendero, ni lo que el futuro esconde.
Entre el bautizo y el entierro, cada cual hace un camino.
y con sus decisiones, un destino.

Somos una baraja más de un juego que otro ha comenzado,
y cada cual apostará según la mano que ha heredado.
La vida es una puerta donde no te cobran por la entrada,
y el alma es el tiquete que al vivir te rascan cuando pagas.

En cada paso crea una huella, y cada huella es una historia,
y cada ayer es una estrella, en el cielo de la memoria.
En la marea del tiempo lleva y trae nuestras contradicciones
y entre regreso y despedida, cicatrizan los errores.

Y cada amigo es la familia que escogemos entre extraños,
y entre la espera y el encuentro uno aprende con los años
Que solamente a la conciencia, nuestro espíritu responde
y que una cosa es ser varón, y otra es ser hombre.

Nadie escoge a su familia o a su raza cuando nace;
ni el ser bueno, malo, lindo, feo, inocente o culpable.
Del nacimiento hasta la muerte, toda vida es una cuesta
de nuestra voluntad depende la repuesta.

Sueño con un mundo diferente,
Donde nuestro amor nunca se apague.

Donde nunca desechemos la razón de los demás,
Donde nunca olvidemos dar la mano, a quién?
al que se ha quedado atrás...

Sueño con un mundo diferente,
Donde nuestro amor nunca se apague.

Festejar a nuestra tierra mejor que cuando a ella entramos
Como muestra el cariño, con la esperanza del niño, clarito como el verano

Sueño con un mundo diferente,
Donde nuestro amor nunca se apague.

Los blancos huesos de un muerto pueden ser de cualquier raza.
Si la muerte no discrimina, entonces, que la vida tampoco lo haga.

Luche por un mundo diferente,
Donde nuestro amor nunca se apague.

Donde lo que dices, piensas, haces, sientas, te den la felicidad.
Sin que tu alegría se apoye en el mal de los demás.

Luche por un mundo diferente,
Donde nuestro amor nunca se apague.

Esta verdad es muy sencilla, hasta un chiquillo la sabe
Si en tu vida nunca hubo ritmo, en tu muerte no habrá clave.

Ole, le, le...
Pura vida...
pura vida...
pura vida...
Feliz VIDA de la Mujer.

Aurkene Redondo Ikazuriaga
Directora de Enbor Kontsultoreak - Urune Hotela

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