martes, 19 de octubre de 2010

Último lunes de octubre.



La feria agrícola más importante del País Vasco se celebra el último lunes de octubre, en la localidad vizcaína de Gernika. Quedan pocos días, y ya se están calentando motores.El ambiente festivo, la calidad de los productos expuestos y el trato de primera persona intentarán luchar esta edición contra los altos precios y la crisis económica.

El 26 de abril de 1937 la legión Cóndor bombardeó Gernika. Era un día normal, un lunes más de feria, que se convirtió en uno de los hechos más trágicos de la guerra civil española. El hecho de que fuese lunes, demuestra que el bombardeo fue concebido como un ataque a la población civil, ya que como cada semana, los campesinos de la zona bajaron al pueblo para vender sus productos.
Ha pasado mucho tiempo desde aquello, y Gernika sigue organizando la feria cada lunes del año. Una feria que alcanza su máxima expresión el último lunes de octubre, más de 250 puestos de venta, infinidad de productos del campo y mucha gente, unos 120.000 visitantes. A pesar de ser día laborable, el pueblo de convierte en un auténtico hervidero de gente provista de su respectiva bolsita llena de pimientos o queso y el vaso de sidra en la mano para llevar un poco mejor eso de la masificación. Este año preocupa y mucho a los productores el efecto que pueda tener la crisis económica en las ventas. Este día no es precisamente el mejor para poder comprar unos ricos pimientos verdes a buen precio. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, los precios suelen estar un poco más altos que el valor habitual en el mercado, y esto puede influir en las ganas de comprar de los visitantes, definitivamente ya, en crisis, aunque la calidad de los productos bien lo valga.

Ø  Algunos consejos para disfrutar plenamente de la feria:

■ Hay que evitar llegar a Gernika en coche. Aparcar suele ser imposible. Es preferible aparcar en un pueblo cercano e ir allí en transporte público. Los servicios de autobús y tren han sido reforzados.   
■ Cuanto más temprano lleguemos, más productos habrá y serán mayores las opciones al comprar. Hacia las 3 de la tarde suelen empezar a recoger los puestos, aunque la fiesta se alarga hasta altas horas de la noche.   

Os esperamos, una fiesta con tradición, con compromiso, de las que gusta a todo el mundo.

Fotografía de: http://www.flickr.com/photos/jesusmariuribemartija/2979383952/

jueves, 14 de octubre de 2010

Boris Cyrulnik


Cyrulnik, científico, investigador y escrutador de pacientes, defiende a ultranza el valor de la desdicha y de la desgracia. Podría haberle influido su pasado de superviviente en Auschwitz y el exterminio de sus familiares en el campo de concentración, pero las conclusiones de su teoría (y de su práctica) provienen de haber encontrado en el antídoto del afecto la clave que mejor mide y condiciona el comportamiento humano. Es una manera de relativizar la importancia de la herencia genética -aunque tenga su influjo- y de comprender nuestro cerebro como una materia sensible a la modelación exterior. No sólo en los periodos cruciales (niñez y adolescencia). También cuando desembocamos en la vejez, se apagan los sentidos y «jugamos al ajedrez con las últimas piezas del tablero».
Sirva este aforismo de Anne Freud para subrayar la formación psicoanalítica de Cyrulnik, aunque los hallazgos científicos del profesor francés se derivan de un ejercicio multidisciplinar que ha cuajado en muchas de sus obras anteriores (La maravilla del dolor, Los patitos feos y El murmullo de los fantasmas). Hemos venido a entrevistarlo a su casa familiar de La Seyne (este de Marsella). Aquí se instaló hace 20 años para escuchar el mar, ordenar la biblioteca, desordenar los símbolos religiosos y destronar la televisión en beneficio de un piano vertical donde reposa una partitura con los estudios de Chopin.
La primera sorpresa de su libro es que usted relativiza la importancia de la genética.
-Existe una relativa desigualdad de orden genético. Nuestra tristeza o nuestra alegría están relacionadas con la producción de la serotonina, un antidepresor natural que los humanos segregamos en mayor o menor cantidad de acuerdo con nuestra naturaleza. No todos reaccionamos igual cuando vemos una bonita escena de una película, pero esa diferencia es menos esencial que el impacto de nuestro entorno.
¿Hasta qué extremo es determinante, entonces, el entorno?
-El cerebro es un fenómeno continuo. Se construye, también, como resultado de las relaciones, del contexto cultural y, ante todo, de las experiencias afectivas de nuestra vida. Todas ellas influyen en la anatomía misma del cerebro. Le pongo como ejemplo mis trabajos en los orfelinatos de Rumanía. Allí pude visitar niños enfermos que sufrían una atrofia cerebral, de manera que habían sido abandonados. Cuando la ecuación es exactamente al revés: porque fueron abandonados y carecían de afecto, padecieron la atrofia cerebral. Nuestros circuitos neuronales se forman de manera espectacular en los primeros cuatro años de vida. Y es entonces cuando los afectos son claves porque es el periodo de mayor plasticidad cerebral. Hasta el extremo de que ya entonces se forja una sensibilidad preferencial respecto a los acontecimientos del mundo exterior.
Ahora bien, usted sostiene que un mapa genético adverso y un contexto infantil difícil tampoco condenan a la persona. Su caso sería un ejemplo viviente.
-No sé cómo era mi cerebro. Imagino que estaba atrofiado, que funcionaba mal. No tuve cerca a mis padres, como usted sabe. Estuve en prisión, no fui al colegio, pero luego encontré personas que me acogieron y me arroparon. La realidad es que el cerebro humano tiene la capacidad de recuperar su desarrollo. Muchos niños con problemas se han repuesto de sus heridas precisamente porque el cerebro ha podido remodelarse en un nuevo contexto afectivo propicio. Al contrario, muchos niños superprotegidos, han caído en la depresión y se han convertido en débiles.
¿Cómo explica este segundo fenómeno?
-Los niños arropados, mimados, superprotegidos no superan las heridas de la vida. No están lobotomizados clínicamente, pero carecen de seguridad en la medida en que nunca han sido expuestos al dolor, a la tristeza, al sufrimiento. Es necesario que el niño conozca el miedo para que pueda superarlo. Privarlo de él es una manera de convertirlo en vulnerable. Marcuse decía que había que cumplir con todos los deseos de los niños para preservarlos de la neurosis. Estamos seguros ahora de que es un error. Los niños protegidos viven en una prisión y son incapaces de afrontar las cosas por sí mismos. Sufren tantos daños como los abandonados. Y la culpa es de los padres. Con su mejor intención tratan de arroparlos, pero consiguen un resultado exactamente opuesto.
Este punto de vista nos lleva a su teoría y a su práctica de la relación indisociable entre felicidad e infelicidad.
-La infelicidad y la desgracia son la condición humana misma. Los políticos prometen suprimirlas, pero es una estupidez. Pongamos como ejemplo nuestra llegada al exterior. Somos mamíferos acuáticos que entramos en el mundo llorando, muertos de frío, aturdidos por el ruido, cegados por la luz externa. El llanto es la expresión de un primer sufrimiento. El niño busca en la madre el refugio. ¿Qué necesidad tendría de ese refugio si se encontrara bien? Nos desarrollamos en función de la superación de los miedos y los sufrimientos. La felicidad no es escapar de ellos, sino afrontarlos y superarlos. Igual que apreciamos el agua cuando tenemos sed, percibimos la felicidad cuando hemos experimentado con anterioridad la tristeza. Es un fenómeno de alternancia, como la respiración. Uno tiene que sufrir para ser feliz. La felicidad no es lo opuesto al dolor. Sin dolor nuestras vidas serían vacías, irrelevantes. Se trata de una realidad que puede explicarse desde el punto de vista psicológico y desde el punto de vista neurológico. Hay placer en el dolor y dolor en el placer, sin que lleguemos al límite del masoquismo. Cuando sobreestimulamos el área del placer, terminamos estimulando el área del dolor. E igualmente ocurre al revés. La ausencia de dolor podría decirse que es una patología. Pero no es un problema sólo de sensaciones, también de la representación.
¿Puede explicarse?
-Es nuestra percepción del mundo la que concede sentido a los términos felicidad e infelicidad. Depende de cómo se haya configurado mi sistema de representación en la infancia y de cómo haya influido el contexto cultural y el entorno. Le cuento una pequeña fábula de tres picapedreros que trabajan en la misma cantera. Uno se lamenta porque se cansa y hace un trabajo mecánico. Otro más apacible agradece que ésa sea la manera de ganarse la vida. Y el tercero trabaja feliz, eufórico porque piensa que está construyendo una catedral. El gesto es el mismo en los tres casos. El significado del gesto les diferencia tal como sucede en su manera de metamorfosear la realidad. Las palabras y las representaciones de ellas tienen una influencia biológica. Desde las novelas y el cine hasta las palabras del chamán y del sacerdote. Hoy en día proliferan en el mundo las sectas y las ideologías extremas porque ofrecen a las personas frágiles una respuesta de seguridad. Les ocurre a los terroristas, ensimismados en la acción, en su fraternidad, en su éxtasis. Es como una bomba de relojería porque esa euforia les sustrae del mundo real. Y cuando se topan con él ya no hay arreglo. El mismo dolor les espera a quienes se encomiendan a las sectas. Primero viene la luna de miel, después la caída al abismo.
Nada que ver con Dios, un ansiolítico supremo, ¿no?
-El efecto psicoafectivo de la creencia y de las religiones puede comprobarse científicamente. Las emociones de la fe atenúan el dolor. Los creyentes sufren menos que los no creyentes. Incluidos los problemas cardiacos, los cánceres. Rezar, científicamente, produce más ondas alfa, es decir, que los índices biológicos del estrés desaparecen. Se trata de una aproximación a la religión en clave ligera, desprovista de dogmas y de fundamentalismo. Dios funciona en ese caso como una representación benefactora. No soy su prisionero ni ejerce sobre mí ninguna esclavitud. Me tranquiliza. Nada de dioses coléricos ni vengativos. El ser humano necesita una base afectiva que le dé seguridad y un mundo exterior capaz de estimularlo.
 ¿Qué es la resiliencia?
- En términos físicos, la capacidad de un cuerpo para resistir un choque. En términos sociales es la capacidad que tenemos para desarrollarnos positivamente delante de una adversidad. Gracias a la resiliencia podemos unir las partes de la personalidad que fueron destrozadas por un trauma. Hay que saber cómo se impregnaron dentro de la memoria, cuál es el significado del trauma para cada uno y cómo nuestros allegados y nuestra cultura colocan alrededor de la persona herida los recursos externos que permitan retomar un desarrollo. La memoria y la idea que uno tiene de sí mismo son los lugares donde se encuentra la resiliencia. Un trauma se inscribe dentro de la memoria biológica y deja en ella huellas profundas, una especie de impronta en el cerebro. Sin olvidar que muchos acontecimientos sociales forman parte de nuestra autobiografía. Todos sabemos dónde estábamos el 11-S. Ninguno se acuerda de dónde estaba dos días antes.
Entrevista de Rubén Amón.

En URUNE trabajamos estos métodos y conceptos de desarrollo personal con los mejores profesionales.
Enbor Kontsultoreak   http://www.enbor-k.com/


viernes, 8 de octubre de 2010

Resiliencia.



En URUNE queremos compartir con vosotros este artículo sobre la resiliencia, un concepto sobre la ayuda al desarrollo personal que trabajamos en URUNE.

¿Lo conociais?...

RESILIENCIA

La resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio de muchísimas personas que, aún habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados. Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad.
"A pesar de traumas graves, incluso muy graves, o de desgracias más comunes, la resiliencia parece una realidad confirmada por muchísimas trayectorias existenciales e historias de vida exitosas. De hecho, por nuestros encuentros, contactos profesionales y lecturas, todos conocemos niños, adolescentes, familias y comunidades que "encajan" shocks, pruebas y rupturas, y las superan y siguen desenvolviéndose y viviendo -a menudo a un nivel superior- como si el trauma sufrido y asumido hubiera desarrollado en ellos, a veces revelado incluso, recursos latentes y aun insospechados".

PERSONALIDAD RESISTENTE (HARDINESS)
El concepto de personalidad resistente aparece por primera vez en la literatura científica en 1972, en relación a la idea de protección frente a los estresores. Son Kobasa y Maddi los autores que desarrollan el concepto, a través del estudio de aquellas personas que ante hechos vitales negativos parecían tener unas características de personalidad que les protegían. Así, se ha establecido que las personas resistentes tienen un gran sentido del compromiso, una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los cambios en la vida, a la vez que tienden a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia, En general, se considera que es un constructo multifactorial con tres componentes principales: compromiso, control y reto. El concepto de personalidad resistente está íntimamente ligado al existencialismo.


lunes, 4 de octubre de 2010

Qué es el COACHING.

El coaching es una metodología moderna.
Nos acerca al logro de nuestros objetivos permitiendo desarrollarnos personal y profesionalmente.
Es un conjunto de competencias que te ayudan a pensar de forma diferente a como lo haces habitualmente, a mejorar tu forma de comunicarte y a profundizar sobre ti mismo.
El coaching es el arte de trabajar con los demás para que obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su forma de hacer las cosas. Genera nuevas posibilidades de acción y permite la obtención de resultados extraordinarios.
Otra definición propone el Coaching como una alianza entre coach personal o life Coach y cliente, un acuerdo entre ambas partes, a través del cual se establecen los objetivos a alcanzar, la forma de llevar adelante el programa de ejecución, la agenda de trabajo y la evaluación de los resultados que el cliente va alcanzando. Puede realizar mediante contacto directo, al teléfono y/o por e-mail.
El coaching es mucho más que una herramienta para la gestión, es un modo de ser y de hacer las cosas de manera cotidiana, lo que lo convierte en una herramienta eficaz en la gestión de empresas y de valor incalculable en el desarrollo personal para obtener metas tanto personales como profesionales.